Eternamente Mía



25/11/95

I
Cada sueño de una noche solitaria,
cada instante de un recuerdo de tu vida,
en el ocaso Yo he esperado tu venida,
en el silencio Yo he gritado sin palabras
que tu cuerpo, tus pasiones y tus lágrimas
doblegaran al compás de la poesía
la promesa de que fueras sólo mía
al momento de encontrarme con tu alma.

II
Sin temores que borrasen la esperanza,
sin acciones que otorgaran la salida,
sólo y triste me dejó tu despedida,
sólo intento recrearme en tu mirada
como antes Yo lo hiciera en tu ventana
si al momento no encontrara todavía
el camino hacia la puerta que estaría
cuando el roce hasta tu pecho me llevara.

III
Cada verso que tus labios me inspiraban,
cada instante que escuché tu melodía,
al silencio de tu adiós transformarían
en el cuento que de niño Yo esperaba
que envolviera toda clase de palabras
suficientes para darte en la poesía
la promesa de que fueras cada día
la princesa de mis noches encantadas.

IV
Refugiado en los recuerdos que dejaras,
refugiado y esperando tu sonrisa,
con el vuelo de tu aroma que me hechiza,
con el cielo que en tus labios encontraba,
he tenido que jurarle a las mañanas
que tu cuerpo, tus pasiones, tu alegría,
volverán porque Tú siempre has sido mía,
volverán porque Yo sé que Tú me amas.

Héctor.

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