Muchas
veces hemos escuchado hablar a alguien acerca de un “cabello rebelde” ó “no sé qué hacer con mi cabello”. Aunque
estos comentarios parecen ser más de fuentes femeninas, es asombroso cómo cada
día hay más caballeros interesados en verse y sentirse bien, más allá de
metrosexualismo o exageración.