Caminante



13/02/97

I
Observando tú llegaste
sin saber que te esperaba,
y queriendo una mañana
conseguí que en un instante
te acercaras a llenarme
con tus dóciles palabras
invitándome a que andara
como andas caminante.

II
Con tus ojos anhelantes
me ofreciste una posada
y cercano me encontraba
al querer participarte
que no espero ser cobarde
pero temo que te vayas
permitiendo una muralla
que por siempre nos aparte.

III
Siendo tú tan importante
comprendí que tu mirada
fijamente revelaba
que de ahora en adelante
ser amigos en la carne
y ser hermanos en el alma
llenará el destino de calma
para ser inseparables.

IV
Con tu espíritu de errante
y madurez apresurada,
con tu fina carcajada
y tus sueños dominantes;
es así como llegaste
con tus dóciles palabras
invitándome a que andara
como andas caminante.

Héctor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario