En estos días donde la tecnología nos facilita cada vez más la comunicación a distancia, como seres humanos sociales y necesitados de información, opinión y aprobación de aquellos que nos rodean, no podemos dejar a un lado la comunicación directa, considerada por muchas culturas como un arte para unir pensamientos.
Pero sobre todo, debemos tener muy en cuenta la comunicación con nuestros hijos. No debemos esperar que otros sean los que hablen por nosotros con ellos. La primera labor de Liderazgo en nuestras vidas, puede muy bien ser en nuestros hogares, ante los que integran la familia y en especial nuestros hijos.
La comunicación trae una magia indescriptible que rompe barreras, cura quebrantos del alma, disminuye los abismos que se crean con las diferencias de edades y criterios, nos induce a conservar las amistades y desarrolla un proceso automático de aprendizaje, al mismo tiempo que podemos influir de forma positiva y psicológica nuestro ser.
Para contemplar buenas relaciones, no hace falta esperar el primer paso de alguien, sólo hay que actuar en pro de la fortaleza que todos proyectan al tener una buena comunicación.
Toda comunicación involucra un mensaje, una fuente, un receptor, un sentido y la responsabilidad de que el mensaje llegue con éxito al receptor. Conociendo esta información básica y la intención de comunicarse en pro del bien común nos convertirá en mejores personas y en mejores Líderes.
Héctor B.
La comunicación efectiva se convierte en fuerza de atracción entra las personas. Es una llave que abre las puertas a las buenas relaciones.
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