La Magia del Contacto...

Hacer amigos se ha convertido en una pasión para muchos y en pesadilla de otros, por lo que la lectura y la actitud positiva suman un papel relevante para el mantenimiento de las relaciones interpersonales. Pero si bien es cierto que cuesta ganar amigos hoy en día, la proeza nace desde el principio de entablar un acto de comunicación con terceras personas.

Podemos aprender de los expertos en esta manera: los niños. La inocencia que ellos abordan es tan esencial que son capaces de formar redes sociales en un parque, en una fiesta, en su colegio y no se detienen en discriminaciones y superficialidades. Un niño regular no tiene fronteras para la comunicación con seres semejantes y hasta con las mascotas se las llevan muy bien. Los niños tienen en su código genético esa necesidad de expresarse y relacionarse, no importando los medios y las circunstancias.

Siempre en las relaciones existe algún interés o afinidad común que sirve de magnetismo para el acercamiento. Identificar rápidamente este aspecto en común es lo que proporciona ventaja respecto a otras personas, al punto de diferenciarse de manera lógica y profesional, como los que deciden se “Asesores Comerciales” en vez de ser “Vendedores”.

Una de las llaves fundamentales no sólo la tiene el dominio de la mecánica del lenguaje y la comunicación, también en la mezcla debe existir algo de carisma, autenticidad y tenacidad para lograr un acercamiento eficaz. Contactar es un acto que debe tomarse como natural y simple, pero con gran significado. Es como enlace de puentes para unir extremos separados y puede contener muchos tipos de recompensas. Sólo basta una circunstancia y atreverse a ejercitar el contacto con otras personas y de allí se pueden derivar grandes amistades, relaciones afectivas, grandes negocios o simplemente un intercambio de opiniones que enriquece a todos los que participan.

Te invito a practicar el acto de contactar. Puedes hacerlo en entidades bancarias, transporte público, establecimientos comerciales, automercados, restaurantes o cualquier lugar donde te consigas personas que como tú y como yo también contienen necesidades, aspiraciones, deseos, esperanzas, sueños, temores, fortalezas y ganas de compartir, entre muchas cosas más.

Héctor B.