La Leyenda de la Sábana


Esta metáfora va dirigida a todas aquellas personas que en un momento dado no logran controlar su temperamento o creen tenerlo explosivo. Una denominación común para estos casos es ser una persona venática.

Existen personas que son conflicto-fílicas, lo cual quiere decir que atraen o se inclinan hacia situaciones de enfrentamiento, teniendo como características un mal humor casi constante y una imagen algo aterradora, inspirando miedo más que respeto en las personas que le rodean.

Este tipo de personas, en su mayoría coléricas, por lo general se les confunde con aquellas que sufren de TAB (Trastorno Afectivo Bipolar), por lo que suelen alejar de su proximidad hasta a las interacciones afectivas cercanas, por lo que se pueden convertir en gente solitaria y con bajo índice de influencia amistosa.


Comparo situaciones como ésta con una anécdota pseudo verdadera que conozco a partir de un amigo y un familiar muy cercano a él. Sucedía cada sábado por la mañana que esta persona de la que narro, se levantaba un poco tarde, con mal humor y arrastrando su sábana por el suelo por gran parte de su casa, como expresando sus continuas e insatisfechas ganas de dormir y no poder, procurando que alguien le arrebatara el sueño de súbito al cometer la imprudencia de “pisar la sábana”. Al cabo de unos minutos de la cacería, si alguien no caía como presa en la trampa, se le acercaba a la persona más próxima y con mirada intimidante, diciéndole: ¡PISA LA SÁBANA…!!!.

La moraleja de esta narración es la siguiente: Es cierto que existen personas que conservan el inexplicable propósito de buscar una discusión sin justificación aparente, pero hay que tomar en cuenta que, para discutir, hacen falta 2 personas como mínimo. Si sólo uno se rehúsa a caer en el juego, no debe haber una discusión. Esta acción puede evitarnos malos entendidos, peleas en la calle por el tráfico difícil y hasta las mismas discusiones sin base entre parejas.

La mejor medicina en estas condiciones es despertar con el mejor de los ánimos y servir como agentes de cambio positivo y de buen humor. Reír es una de las mejores medicinas naturales y económicas que tenemos a nuestro alcance; es un remedio eficaz.


Brindemos cada día una sonrisa gratis a las personas que viven con nosotros y los que nos rodean…, no sabemos cuándo podemos salvar una vida con esta práctica.

Héctor B.

2 comentarios:

  1. Vale la pena sonreír... Vale la pena inspirar... Vale la pena servir de agente de cambio...!

    ResponderEliminar
  2. ¿Por que me suena conocido? jajajajaj Saludos y Bendiciones Viejo

    ResponderEliminar