Con
gente calurosa y bien entrenada para cumplir deseos, Amarama alberga
hospitalidad, servicio, atención, confianza, cercanía, pasión y ese cafecito
que se espera todas las mañanas luego de un buen dormir.
Especial
para el retiro y la convivencia personal y organizacional, tiene los matices
perfectos que se contemplan en toda la paleta de los verdes y rojizos, con
naturaleza en escena que sobresale de sus flores, el sonido del agua por sus
rincones y hasta de los peces que se mueven al compás de las ondas. Es un sitio
para el disfrute y el encuentro con el YO interno, haciendo que la interacción
natural fluya de manera inimaginable.
Es
complejo describir una semejanza con Amarama. Sólo las fotografías y su
presentación personal con su video promocional y su página web hacen un breve
bosquejo de la majestuosidad de ese pequeño Edén en el Estado Carabobo.
Para
consulta de sus características y disponibilidad, existe su página web oficial (www.amaramaposada.com)
y este video:
Tuve
el privilegio de visitar esta posada y de inspirarme para escribir estas líneas
en verso, de manera muy humilde y en agradecimiento por la amabilidad y la
atención recibida.
Amarama,
por Héctor Bermúdez.
Amarama
es un encanto
para
encontrar el norte,
para
conectar con el campo
y
para que el visitante goce
no
importa si es temprano
o
falte un cuarto pa’ las doce
es
un lugar que yo declaro
un
paraíso con nombre.
Amarama
es como la vida,
como
el café en la mañana
tiene
laguna y colinas
y
unas flores que llaman
a
un encuentro que afirma
que
caerán las murallas,
es
experiencia magnífica
que
te permite abrir alas.
Amarama
es caliente
que
el frío no te engañe,
es
el calor de su gente
la
diferencia que trae
que
te abordan simplemente
atendiendo
los detalles
y
te invitan a que encuentres
el
ser que por dentro traes.
Amarama
es el secreto
que
guarda belleza en su verde
que
te atrapa desde el silencio
pero
lo recordarás por siempre
traes
penas y lamentos
llevas
paz porque la tiene
y
cerrando recomiendo
ven
para que lo compruebes.
Héctor
B.
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